Alquiler temporario en CABA: bienvenidos al laberinto burocrático
- Jimena Amaya
- 24 feb
- 3 Min. de lectura
Buenos Aires, ciudad de tango, café cortado y… alquileres temporarios. Si ya te imaginás abriendo la puerta a turistas con valijas rodando por los adoquines, hay un pequeño detalle que tenés que saber: ahora existe un registro obligatorio. Sí, no todo es cuestión de sacar lindas fotos y escribir una descripción coqueta en Airbnb. Te cuento todo, sin vueltas y con la mejor onda.

Registro obligatorio: el pase de entrada
El Gobierno porteño lanzó un sistema de inscripción digital para los propietarios que quieran alquilar sus deptos a turistas. ¿Para qué? Para darle un poco de orden al mercado, asegurarse de que todo sea transparente y, de paso, oficializar la movida. La inscripción es gratuita y obligatoria: sin este numerito, olvídate de publicar tu depto en plataformas.
Un plus para la ciudad (y un detalle para los viajeros)
Si te preocupaba que esto viniera con un nuevo gasto, quedate tranquilo: la tasa extra la pagan los turistas (1,5 dólares por noche). Este pequeño plus se destina a la promoción turística de la ciudad, así que indirectamente, hasta te puede traer más visitantes. Más turistas, más reservas, más anécdotas para contar.
¿Qué necesitás para ser un anfitrión oficial?
El trámite es digital y simple, pero hay algunos requisitos a tener en cuenta:
Seguridad ante todo: gas y electricidad en orden, porque nadie quiere que un visitante termine viendo fuegos artificiales en la cocina.
Seguro de responsabilidad civil: porque a veces la gravedad hace lo suyo.
Documentación del inmueble: nada de cosas raras, todo en regla.
Reglamentos de copropiedad: si vivís en un edificio, chequeá que no esté prohibido el alquiler temporario, porque ese sí puede ser un pequeño detalle.
Las plataformas, con lupa en mano
Ahora, los gigantes como Airbnb están obligados a revisar que cada publicación tenga su número de registro. Si hay algo fuera de lugar, te bajan el anuncio en menos de 15 días. Así que nada de jugar al escondite con la normativa.
El impacto en el mercado
Según datos de la Universidad Torcuato Di Tella, en 2023 había alrededor de 20.000 propiedades en Airbnb dentro de la ciudad, lo que representa un 9,18% de las viviendas desocupadas. A diferencia de otras ciudades que han puesto freno al alquiler temporario, Buenos Aires prefiere sumarlo de manera oficial a la oferta inmobiliaria. Más reglas, menos improvisación y, en teoría, más oportunidades.
¿Cómo registrarte y no volverte loco en el intento?
Si te copa la idea y querés ponerte en regla, seguí estos pasos:
Ingresá a la plataforma de Trámites a Distancia (TAD) con tu Clave Fiscal o MIBA.
Buscá "Inscripción al Registro de Alquileres Temporarios".
Subí la documentación requerida.
Esperá la validación.
Una vez aprobado, obtenés tu certificado y listo: ya podés subir tu depto a la plataforma que elijas.
¿Vale la pena sumarse a esta movida?
Si sos de los que disfrutan recibir viajeros, tener una rentabilidad extra y formar parte del pulso turístico de Buenos Aires, esta es tu oportunidad. Eso sí, ahora con un poco más de organización y menos margen para la improvisación. ¿Es más burocracia? Sí. ¿Te saca las ganas? No debería. Al final del día, abrir las puertas de tu casa al mundo sigue siendo una de esas experiencias que valen la pena.
No voy a mentir, meterse en el mundo del alquiler temporario tiene su adrenalina. He recibido inquilinos que parecían sacados de una película, desde la pareja que celebró su luna de miel en mi departamento y me dejó una nota digna de guion romántico, hasta el artista francés que transformó la mesa del comedor en su estudio de pintura improvisado. Cada nuevo huésped es una historia en construcción, una conexión inesperada y, a veces, una anécdota que contar en la próxima cena con amigos.
Eso sí, después de enterarme hoy que algunas personas lo usan como hotel alojamiento (guiño, guiño), recomiendo establecer estadías mínimas de al menos tres días. Mejor recibir viajeros que vienen a disfrutar y conocer la ciudad que quienes solo buscan una noche exprés. Es un juego entre la hospitalidad, el negocio y la sorpresa, y si te gusta recibir gente, no hay registro ni trámite que opaque la magia de compartir tu espacio con el mundo.
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